Cuando la vida te brinda una alegría ¡disfrutala!. Unas casualidades nos unió a Antonia y a mí, y desde ese mismo lunes por la tarde no paramos de coser y realizar caprichos que nos imaginamos. Con telas, ideas y buena disposición, ¿hasta donde se puede llegar?
En ésta ocasión, Antonia quería una bolsa de pan y me mostró ideas que había cogido de aquí y allá. Yo uní varias de ellas... y no las más sencillas...
Lo que imaginamos, ella lo transforma en algo perfecto. Enhorabuena Antonia por esas manos.
Una bolsa preciosa. BESICOS.
ResponderEliminarMuy bonita
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