Cuando empecé el mundo del patchwork, lo primero que hice fueron bloques . El libro de Diana Leone "El sambler Quilt" me llevó de una página a otra copiando piezas, marcando puntos de encuentros, cosiendo a punto atrás y así me enamoré de este mundo. Cuando me apunté a la asociación donde pertenezco descubrí que "El jardín de la abuela"se hacía más fácilmente con el sistema inglés, hexágonos de tela sujetos a otros de papel. Desde entonces también descubrí que es la labor más recurrente de tenerla preparada para cualquier emergencia, viaje en tren, sala de espera del médico, dias de hospital y tardes con amigas donde se habla sin mirar mucho la aguja. En los principios, cuando aún no le daba tanta importancia a la combinación de las telas empecé varios trabajos con hexágonos. Los dejé aparcados, y cada vez que los cogía como no me terminaba de convencer las telas los volvía a dejar....así se convirtieron en UFOs (proyectos sin acabar)
En estos días quiero vaciar esos cajones que los contienen .
Y el broche final ,acolchado libre.
Cuando terminas un trabajo descubres nuevas cosas, con este he descubierto que un trabajo no se termina hasta que no lo terminas, ja,ja,ja qué trabalenguas... Yo me explico, igual de importante es elegir las telas, coordinarlas entre sí, hacer un trabajo limpio en la unión de las piezas, como importante es el acolchado y una vez que hemos pasado por estos puntos, ya hemos acabado nuestro trabajo.
