viernes, 1 de enero de 2021

ESTUCHES PARA TODOS LOS GUSTOS

 



Las fiestas están siendo diferentes, después del año que llevamos no podía ser de otra manera. Como la esperanza nunca se pierde, pensábamos que podríamos reunirnos aunque pocos días con los que más queremos, pero hablando de una pandemia mundial, es absurdo hacer un descanso y más para reunirnos.
                                                              




Para mis hijas y sus parejas hice estos regalos.
Fueron unos estuches que cabían de todo y muy ordenado.


Una tela que será el fondo del estuche. Una tela doble será el bolsillo. Una tela doble que se coserá al bolsillo y coseremos separaciones para lapices, pinceles...lo que deseemos. Una cremallera. Un plástico rígido con un ribete cosido, que será un bolsillo transparente, para ver su contenido. Una tela doble que será una solapa, para que no se caiga nada cuando este cerrado el estuche.

                                                                       


Por el ribete, se coserá el plástico a la cremallera. 



Hice cuatro, dos de cada modelo. En dos, el exterior es de una tela imitación al corcho y en las otras con una tela estampada le hice una aplicación a punto escondido. 





Se colocan todas las piezas correctamente del interior del estuche.  A la tela estampada se le pone guata se acolcha y se borda la carita. Se unen con un ribete







Para cerrar el estuche se le cose una cinta fina y larga, que dé dos vueltas , pues el contenido del estuche puede variar y tiene que estar muy seguro de que no caiga nada.



Cuando era muy pequeña , en esas largas tardes de invierno sentados con mis hermanos alrededor de una mesa camilla que entre sus faldas atesoraba un brasero de carbonilla y a través de la tela nos mostraba ese color precioso y mágico de las brasas encendidas cual volcán escupiendo su lava. Era tal el calor que allí absorbía nuestros cuerpecitos que nos era imposible sacar las mano de momento, a la superficie. Minutos antes de que nuestra madre nos obligase a entrar en casa estábamos jugando con piedras o intentando subir a un muro sin importarnos el frío que nos cubría.

Al no querer movernos empezábamos a inventar historias. Historias de niños que aun no han empezado a vivir pero su imaginación va mas allá. Uno de esos relatos nos acercaba al futuro, no recuerdo el año exacto, pero segurísimo que saltaba el 2000, quizá llegase al 2020. Eran vidas en las que iríamos en transbordadores, vestidos con trajes ajustados y plateados. Sin saberlo estábamos hablando de ciencia ficción. En ningún momento parecía aburrido, insípido y poco humano.

Sin embargo este año, el 2020 del que me separa apenas unas horas, lo he vivido relacionándome con los seres queridos  a través de un cristal, hemos hablado por una pantalla, yo he tenido una Noche Buena en vídeo conferencia, si, tenemos avances que nos hacen más llevadera esta pandemia que ha unido a todo el mundo y no, no es ni con los brillos que le ponía en mi imaginación, pero si tan fría  como ir vestido con un traje rígido y plateado cual papel de aluminio.

 Feliz año y mil besos, especialmente a lo que lo estáis pasado peor .